Magneticus
O la Praxis del Caos en el mundo globalizado
(Apuntes sobre el Proyecto Nómade)
por Miguel Ángel Rodríguez
La palabra praxis, ampliamente desarrollado por la filosofía desde hace décadas, posibilita repensar las asociaciones entre la realidad y el pensamiento.
El arte, y la reflexión sobre lo artístico, internalizaron este concepto de origen griego, comprendiendo su carácter transversal e irreversible.
Georg Lukács, en Estética I, desenvuelve esta palabra, volviéndola fundamental en la edificación de su teoría sobre el rol desfetichizador de la obra de arte.
Un cuadro, una escultura o una sinfonía, desfetichiza si desviste las relaciones sociales que constituyen el entramado del complejo humano.
Pero la acción de desfetichizar es incomprensible sin la praxis. Es decir, la experiencia y el estar en el mundo, son fundamentales a todo saber sobre él.
En este sentido, a partir de una serie de obras de diversos tamaños, texturas y colores, el grupo de artistas que impulsa la propuesta denominada Nómade, invita a reflexionar sobre las características del mundo que integramos. Es así qué, a través de piezas imantadas pasibles de ser movilizadas sobre una superficie metálica de importantes dimensiones, se proyecta una peculiar muestra artística de innegables características lúdicas.
La idea, de la artista Noemí Paviglia Niti, concertó a otros importantes colegas: Claudia Aranovich, Carlos Carmona, Jorge Iberlucea, Teresa Lascano, Jorge Meijide, Anabela Plataroti, Nidia Pizzi, Pedro Roth, Cristina Simes y Liliana Trotta. Estos artistas, junto a los cineastas Anahí Cáceres y Alan Senderowitsch*, develan las aceleradas y modulares cualidades del mundo contemporáneo. La música, perteneciente a este último, acompaña el sentido holístico del concepto.
La trashumancia, que con serias reservas críticas podemos asociar al concepto nómada, empapa de pies a cabeza toda la idea. La poesía del que vaga de tierra en tierra y de humanidad en humanidad, se revela medular, incluso necesaria. Lo errante, objeto de innúmeras sensibilidades a lo largo de la historia, adquiere protagonismo visual e interactivo. Invitados a jugar con la modularidad intercambiable, vamos cayendo en la cuenta del carácter ligeramente irrisorio que poseen varias de las concepciones socialmente aceptadas.
La movilidad de lo existente, las dificultades que plantea el pensar en los orígenes, e imaginar al arte como colectiva posibilidad lúdica, desarticulan acepciones anquilosadas, transformando a la incertidumbre en instrumento de pensamiento.
El caos y la Globalización
Es innegable que el caos es uno de los conceptos cruciales de esta propuesta performática. Desde Pier Paolo Pasolini, quien titulara “El Caos. Contra el terror” a uno de sus libros, hasta afirmaciones contemporáneas en congresos sobre pensamiento científico, es la critica a la idea del orden una de las actitudes asociadas a la búsqueda de nuevos paradigmas sobre el cosmos.
Este concepto, que cuestiona la posibilidad de dominar la naturaleza, se revela amplio, pues expresa otros pensamientos significativos, tal como la esencia creativa del caos, o la sutil ambigüedad de las formas flexibles y no mecánicas.
Un párrafo, perteneciente al proyecto “Nómade”, resuelve con claridad meridiana la complejidad de la idea:
“(…) las piezas magnetizadas colocadas arbitrariamente en paredes, pisos y estructuras, conformarían un caos que, siendo sumamente Creativo, sutilmente nos introduciría en otro mundo más flexible, menos lineal (…)”
El mundo al cual refiere esta propuesta estética es el mundo globalizado, con sus “(…) consecuencias desastrosas: desempleo, hambre, guerras étnicas, nuevas enfermedades, despotismos (…)”
De innegable actualidad, Nómade expande toda su hondura en una América y en un Planeta altamente caracterizados por las migraciones y los destierros. La convivencia y la libertad son algunas de sus ideas motoras.
Esta propuesta desfetichiza. A través de ella, y de la praxis de lo estético, el mundo globalizado se nos muestra rápido, remediable e inconcluso, pasible de ser modificado.
(*) junto a Facundo Locaso, Bruno Canosa, Raúl Moller Jensen y Arien Gilburt.
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